lunes, 28 de mayo de 2007

"Historia de Tokyo" (Yasujiro Ozu, 1953)

22 comentarios:

nadie dijo...

Me es difícil escribir sobre una película en relación a lo visual, a las tomas, enfoques o como quieran decirle a la estética de una película. Más aun si son películas como estas, donde lo que me atrapa es la emocionalidad. No puedo evitar buscar esa conexión emocional con una película y que eso la convierta para mi en una buena o mala película. Tokio Store es una historia llena de silencios intencionales, de diálogos simples y cotidianos pero que relatan de una manera perfecta el quiebre generacional que sucede en toda relación de padres e hijos y de cómo a veces a pesar de convivir y de tener lazos sanguíneos simplemente no se conoce realmente al otro. A pesar de que puedan decir que la película es lenta o aburrida creo que si la miramos desde la perspectiva de una cultura diferente a la nuestra (la oriental) refleja claramente como es el pueblo japonés, lleno de tradiciones y reservas. Me fascina eso de que todo lo envuelven en pequeños paquetitos y en atados, en las casas todo en su lugar y la simplicidad de sus camas.


Daniela Estibill

camila dijo...

camila millán: Realmente no me gustó para nada la película, la encontre lenta,aburrida,los tonos de voces de los actores los encontre sumamente desagradables y me pareció que la película era muy simple, por lo que no puedo compararla con las otras que hemos visto. Pero lo que se puede destacar, es que claramante la historia, las imágenes,los ritos y personajes reflejan lo que es el pueblo japonés.

Zaida dijo...

Tokio Store no es una película que me haya gustado mucho la verdad, a pesar de que era una historia relativamente sencilla no me gustó, desde el principio me incomodó, a pesar de que habla o muestra distintas generaciones de abuelos, padres e hijos y sobre todo como hablan y se respeta las tradiciones y la importancia que estas culturas les dan a las personas de mayor edad no encontré algo que me atara o mantuviera siguiendo el hilo conductor de la película. A pesar de que me esforcé en buscarle el lado afable entretenido de la conexión que vive una familia japonesa de la unión de verse reencontrada varias generaciones y de lo minuciosos y receloso que son los japoneses en su vida cotidiana no pude lograr ver más allá de eso, no se o no entendí lo que quería mostrarme el director pero la verdad no pude ver más allá si es que existía algo más?.

Unknown dijo...

Estoy de acuerdo en muchos aspectos con mis compañeras. Si bien es cierto, la historia de fondo era bastante interesante, ya que muestra todo lo referente a la cultura Oriental, pero al mismo tiempo se cuenta una historia de generaciones que ocurre en cualquier parte del mundo, lo que la hace cercana.
Sin embargo, me pareció un poco lenta y creo que un punto fundamental que me jugó en contra fue la sala en la que la vimos, ya que a pesar de que lo importante es la película estar sentada en una silla dura por casi tres horas......

fbecerra dijo...

Para apreciar esta pelicula en toda su magnitud es necesario un minimo nivel de conocimiento sobre la cultura japonesa.

Los japoneses son mas tranquilos y reservados que los occidentales, y lo eran aún mas a principios de los 50s. Todo es tranquilo, los padres, los hijos y las relaciones familiares. No hay histrionismos dramaticos e incluso la escena de muerte en esta pelicula es mas tranquila de lo que uno esperaria.

Si uno se toma el tiempo para verla e intentar intenderla, es posible dar con la intención del director de retratar y analizar la dinamica de una familia de clase media, las diferencias que crecen entre las generaciones, y las muchas excusas que nos encontramos haciendo nosotros mismos para despreocuparnos del resto, incluso de quienes mas queremos. Estos temas son universales para el mundo, pero estan contextualizados en la posguerra japonesa, por lo que se nos hace menos accesible.

El uso de cámaras estáticas y angulos inmóviles hace que ver esta pelicula sea como ver un album de fotos. Esto lo hace mas dificil de digerir, pero mas real. Uno siente que está viendo una familia de verdad, y no actores que interpretan un rol. Uno casi puede sentir lo que ellos sienten. Parte de esto sucede debido a las tomas que se usan en las conversaciones. Parece que hablaran con uno.

Javier Brzovic dijo...

No me gustó para nada la película, ya que la encontré demasiado lenta, aburrida y hasta el tono de voz de los actores japoneses me molestaba de sobremanera.

Comparto con Felipe que al haber usos de ámaras estáticas y ángulos inmóviles, produce al espectador que el film se como presenciar un album familiar de fotos.

Creo que no tiene comparación con las otras películas que hemos visto, me parece que es la peor película que hemos visto en este ramo.

Alejandra dijo...

Historia de Tokio es una película que muestra la cultura japonesa a través de la historia de una familia que tiene problemas generacionales , la verdad es que esta película me pareció muy lenta y plana a la vez y que no logra captar la atención del público. Lo que se puede rescatar de esta película es que a través de ella podemos conocer un poco sobre la cultura japonesa que es tan lejana a nosotros. Alejnadra Abuhadba.

Unknown dijo...

La primera impresión que uno se lleva es que es lenta y fastidiosa (tanto por el tipo de tomas, como por la tranquilidad y poca expresividad de los personajes). Sin embargo, el trasfondo de la película abarca un tema relevante como lo es la familia y las falencias generacionales.

Mucho se habla de los silencios... en el fondo me gustaron porque en la sencillez de las cosas hay mucho para sacar, no obstante, soy objetiva y advierto que llegó un minuto en que esos mismos silencios sencillos aburren y hacen tedioso el seguimiento. La intención es buena, pero se abusa y aburre.

Philip dijo...

No Apta para las retinas contaminadas con el efectismo hollywoodense

Felipe Fernández Q.

Si hay algo que el cine japonés tiene y que carece el occidental, es sin duda como logra plasmar la belleza de las cosas simples de la vida.

La obra maestra del aún más maestro Ozu, con el que tuve un primer acercamiento en su cinta Bakushu (conocida acá como Early Summer), y donde pude apreciar que su intención es tratar como temas centrales en sus películas la separación de la familia y el conflicto entre generaciones distintas.

Es precisamente este último punto el hilo conductor de Tokio Monogatari y es por eso que se hace intrínsicamente tan interesante esta obra. La brecha generacional es un problema que afecta a todo el mundo y que dada la historia japonesa en el último siglo, post colonianismo occidental y la ocupación norteaméricana después de la Segunda Guerra Mundial, mira a este tema desde una mirada aún más particular.

El ritmo del relato está hecho a mano y las intensidades de las emociones está en constante alza y baja todo el momento. Ozu es un muy cuidadoso al momento de capturar la vivacidad del ambiente y como se va produciendo una progresiva tristeza.

La cinta contiene escenas con una carga emotiva tan enorme que hay veces que uno se olvida que está frente a una pantalla y que está viviendo el drama junto a los personajes. La parte final da a pensar que estamos frente a una tematica cotidiana que a todos nos tocará por naturaleza vivir.

Es un retrato familiar con aires a a hacer una introspección de nuestra condición como hombres.

Dato freak: Pese a que murió en 1963 por un cáncer, la fama de Ozu no desapareció y su obra sigue influenciando a directores tanto de Japón como de otros países, como Jim Jarmusch (Coffee and Cigarettes), Wim Wenders (Buena Vista Social Club), Aki Kaurismaki (Un hombre sin pasado) y Hou Hsiao-Hsien (El maestro de Marionetas).

Anastasia dijo...

Tres cosas me llamaron la atención de Historias de Tokio: la poca movilidad de la cámara (casi siempre planos generales o abiertos), la poca acción de los personajes y la escasez de diálogos interesantes. Creo que la historia transcurre lenta por eso y porque, más allá de la relación papás-hijos y la decadencia familiar, habla de la cotidianeidad de la vida de los personajes como una forma de soledad, desarraigo y resignación a la vez. Y nada más latero que la vida como un constante día de la marmota. No he visto más películas de Ozu, pero pienso que tal vez no le interesa hacer diálogos entretenidos, ni tampoco tener grandes actuaciones (varias veces los personajes me parecieron falsos, como cuando la señora se marea y se cae o una de las hijas llora), pienso que lo que él quiere es simplemente mostrar imágenes y en ese sentido esa puede ser la razón de la lentitud de la película y la historia de la familia una justificación para eso. Hago el ejercicio de imaginar muda la película y me queda más como una invitación a la contemplación que otra cosa. Creo que eso ES la historia. Encuentro que es muy grave ponerse a decir que trata de la temática familiar generacional y ufff… Eso sí que podría ser latero.
Francisca Gabler.

Yurazno dijo...

He aprendido a no ser prejuicioso con respecto a las películas. Gracias a eso, cuando nos sentamos en esa sala asquerosamente incómoda a ver "Tokyo Story" y, aunque el juicio no fundado, pero 100 porciento viseral estaba a punto de incendiar el lugar, me vino nuevamente la calma y me mentalicé para intentar ver la película bajo una mirada positiva y receptiva.

Me gustó muchísimo.
El film tiene una cantidad gigantezca de interpretaciones y de elementos más que dignos de analizar. Creo que eso se da ya que es una película japonesa, es decir, no "nuestra", por lo que cosas tan normales como la manera de hablar, de moverse o las expresiones gestuales de los personajes, nos pueden parecer las más extrañas y, al mismo tiempo, inquietantes y curiosas.

"Tokyo Story" puede ser vista como una crítica a al progreso, al desarrollo acelerado, no regulado, loco. Esto se ve demostrado en los personajes de "madre" y "padre", quienes han vivido siempre en un poblado japonés tranquilo, medio rural, medio campestre. Hacen el viaje a Tokyo, gran ciudad moderna, corazón del desarrollo japonés, en donde visitan a sus hijos, los cuales tienen una profesión, un trabajo, una vida independiente. Se muestra el fenómenos de la migración del hijo de la casa de su padre, para hacer su propia vida. Son sometidos al sistema avallazador. La visita de "padre" y "madre", a ratos, pasa inadvertida por sus propios hijos, quienes, al mismo tiempo, están con miles de problemas, deudas, responsabilidades laborales; elementos que expresan el incansable progreso.

Tras esta agitada visita a Tokyo, los padres regresan a su pueblo. Pero vuelven transformados. La madre muere. Lo hace de forma repentina. Tokyo la mató. El darse cuenta de que el mundo está cambiando así, y con ello sus hijos, la derriba por completo.

Lo extraño, curioso y hermoso de esta película es observar cómo los personajes van decayendo muy lentamente. De manera sutil, cada uno de los personajes van mostrando sus verdaderas identidades, como si se fueran sacando una máscara tras otra hasta revelar su rostro deforme.
Todo esto, basado en lo típico de la cultura oriental: el respeto, la manera de sentarse, de relacionarse, de reaccionar, etc. Le entrega a la película un efecto de extrañeza que atrapa al público del "Canon Occidental".

A primera vista, los personajes no muestran ningún tipo de emoción humana, pero si se ve más allá, lo revelan absolutamente todo. Hay ciertos elementos o señales que nos indican la dirección de la historia: el padre vuelve a tomar alcohol, la madre llora, muere, los hijos no son capaces de preocuparse por sus padres, la nuera es la que más se ofrece a hacerles compañía. Así uno ve cómo los personajes se vuelven más y más patéticos.

Al final de la película me llamó la atención un pequeño diálogo entre Noriko (nuera) y Kyoko (hija que aun vivía con sus padres), donde Kyoko, con voz triste, le pregunta a Noriko: "Es la vida decepcionante?", a lo que Noriko responde: "Sí lo es". Quizás esa es la propia visión de mundo de Yasujiro Ozu. Tras ver toda la película el sello del auto brilla, pero sólo al final, por lo menos así lo pude notar yo.

Yury "no-riko" Yudelevich

Naju Loscar Allivaidem dijo...

Complicado que a unos novatos de la crítica del cine puedan ver algo más allá sobre "Tokio Story". Por ende, no me pudo gustar.

Lo que rescato como concepto dentro del filme, es que se utiliza el cielo para las tomas a modo de mostrar un entorno japonés que crecía por las industrias.

Los planos, en general, eran más bien conceptuales por la situación psico-social que se vivía.

Naju Loscar Allivaidem dijo...

Post anterior por Juan Carlos Mediavilla.

Maca dijo...

Esta es probablemente una de esas ocasiones en que las cosas apestan a priori, pero después de darle un par de mordiscos más, no parecen tan malas. Para ser honesta, no pude estar más aburrida durante la película, pero debido a alguna extraña fuerza cinematográfica me quedé hasta el final.
Sólo ahora, cuando ya ha pasado un tiempo prudente, puedo digerirla y abstraerme de la lentitud de cámaras y de diálogos; recién ahora puedo ver el sentido que – creo- tuvo el creador de la película.
En la década de los 50, oriente era definitivamente distinto a occidente. Sólo hace unos años que los pulsos de ambas partes del mundo han coincidido en una vorágine diaria a la que ya estamos acostumbrados. Y la ausencia de ella es lo que hace catalogar de “fome” a todo aquello que no se ajusta al estrés trivial.
Lo que el director pretende demostrar es eso, el pulso de la vida japonesa, la manera en que enfrentan la vida ordinaria, en una familia común con situaciones comunes; nada fuera de lo trivial. Y el aporte de la película es precisamente ese, detenerse y ver el mundo desde otro punto de vista.

Maca Larrea

Carolina dijo...

Esta película si bien habla de las relaciones familiares y del quiebre generacional que hay, se ve que Ozu trata de mostrar cómo era la vida oriental de la época , deja en claro las tradiciones de una cultura totalmente distinta a la nuestra, desde sus temas de conversación, como gestos y rituales. Además, recalca cómoo era la familia de la época, reflejando su tranquilidad. La película no tiene acción y es muy lenta lo que la hace un poco monótona, ya que tampoco hay movimiento de cámara.

Carolina Fuenzalida

Unknown dijo...

Un film centrado en la sociedad japonesa que se adentra en el progreso tras la II guerra mundial y el enorme contraste existente entre las diferentes generaciones que en ella conviven.

Muestra una evolución social, el desarraigo, la deshumanización de una sociedad urbana, los rituales de la tradición japonesa, su diferente concepción del paso del tiempo, son los principales temas que descubrimos al ver Historia de Tokyo.

El autor se centra en la historia de un matrimonio compuesto por el viejo Shukishi y Tomy que deciden viajar a Tokio para visitar a sus hijos.

En pocos planos Yasujiro Ozu, relata el desarraigo de unos ancianos con sus hijos y la sociedad que les ha sucedido. Nos muestra la sencillez y crueldad de la vida. Todo situado sobre un escenario vulgar y rutinario, con diálogos simples y tomas estáticas.

Es una película que además muestra una cultura diferente a la nuestra, escasa de sentimentalismos, cosa que la hace parecer un tanto fría.

Aunque considero que es una película lenta y simple, creo que el autor logra reflejar muy bien la cultura japonesa.

Vivian Rogers

Unknown dijo...

En verdad esta pelìcula no me gsto para nada. La encontré muy estática, pocos planos y movimientos de cámaras. También encontré que tenía muchas pausas y silencios, lo eue en verdad me ponía como nerviosa. Lo otro es que es excesivamente larga, demasiado, y para ser una pelicula con dialogos pausados era como mucho.
Lo que entendí de la temática es un poco la historia de una familia donde los hijo pasaban a tomar un poco el lgar y las responssabilidades de los padres. Eso se viò claramente cuando el papà llego borracho, o cuando en la estación le decían a la mamá que se tuviera ue cuidar. Me enredé un poco porque sólo hasta el final entendí quienes eran los hijos, lo que hizo que se me hiciera màs tediosa todavía. De verdad creo que existen muchas pelíclas que so mil veces mejor que esta. De verdad es muy sencilla y no siquiera innova en las tomas o planos. De verdad muy aburrida

Unknown dijo...

La anterior fui yo

Fran Aqueveque

nadie dijo...

"HISTORIA DE TOKYO¨
A pesar de que encontré que el film era muy lento y de imágenes muy planas, la película refleja constantemente la manera educada y respetuosa que tiene los japoneses y en general las culturas orientales de tratarse, dejando muy clara las funciones sociales de los personajes basadas en el tradicionalismo de la época.

A lo largo del film se rescata la labor de la mujer, como pilar fundamental de la familia, demostrando lo aplicado y constantes que son como sociedad moderna, culturalmente hablando.
También resalta la relación de padre e hijo y las diferencias generacionales que pueden llegar a distanciarlos de conocerse se manera mas estrecha

Se refleja el respeto por las tradiciones y lo ceremonial, así como por la gente mayor que son sinónimos de sabiduría ancestral de los japoneses. Asimismo durante la película se encuentran pocos momentos musicalizados, aprovechados por secuencias de poco dialogo y de silencios que interpretan la acción.

Los planos son mas bien tradicionales y representan el cine clásico, a mi modo de ver, época en la que recién comenzaba el auge japonés por esta industria cinematográfica, con largas tomas de silencios intencionados.
A mi juicio la película es un poco lenta y logra intensidad, pero también pierde la atención del espectador.
Por Enrique Rosende

Lu dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lu dijo...

Uff!! esa palabra resume todo. Pero es necesario justificar por qué.
Es muy difícil ver una película basándose solo en la estética, fotografía o en general en la visual, porque personalmente nunca he hecho cursos de cine ni nada por el estilo. Por lo tanto, sólo puedo dar mi opinión como alguien cuyas "retinas fueron contaminadas con el efectismo hollywoodense", como dijo alguien por ahí.
Primero: extremadamente lenta. Una historia muy poco atractiva y más encima contada a un ritmo fatídicamente lento. Me interesa la cultura oriental, en especial la japonesa, pero en este caso la vida familiar y laboral está bien mal contada.
Segundo: planos muy plano. No creo que hay más de tres planos distintos. General, medio, americano. Creo que esos fueron los que vi. Y las escenas repetidas. El tubo con humo de la industria creo que lo habrán mostrado cinco veces en toda la película.
Tercero: No hay diálogos. O sea, no es una película muda, pero casi ni escuché hablar a los protagonistas. Y en realidad lo que hablaban no tenía mucho sentido ni tampoco mayor interés asi que en realidad da lo mismo si hablaban o no. El punto es que lo poco que hablaban lo hacían siempre con una sonrisa en la cara, aunque era el tema más triste, como la muerte de la abuela (único momento en que cambian la expresión de felicidad por las lágrimas. Tal vez esta característica se deba a que los japonese tienen ese tetrao tan especial donde todos los actores tiene máscaras y la expresión sólo la da el cuerpo. Pero no tengo la certeza.
Como todo no puede ser malo, por algo es "canónica", el tema generacional que trata es fuerte.
tiene mucha emotividad, como si fuera realidad. Tanto es así (y es tanta la sencillez de los diálogos) que a veces una cree que está viendo un reallitie. Pero esto mismo hace que uno se involucre un con los personajes, aunque se pierde porque la atención rápidamente se pierde por la lentitud.
El tema de fondo es interesante, pero la forma en que está contada hace que se pierda el interés.

Unknown dijo...

Pésima, horrible, lo mas malo que he visto!!!! Seguramente el profesor me va a decir que no tengo idea de cine y que esta película es una de las mejores de la historia.
Y es cierto, no sé nada de cine, pero el director tampoco supo como entretener al espectador común y corriente como yo.
El desarrollo es lento, los dialogos aburridos y los tonos de voces muy planos, no hay contrastes de emocioenes, ni tampoco climax.
Menos mal que la sala era incómoda porque o sino habría dormido todo el rato.